¿Por qué los insectos pueden llegar a ser el alimento del futuro?



El empleo de insectos como parte de nuestra dieta, es algo que ha llamado la atención de una parte del mundo, desde su auge en los últimos 5 años.

Sin embargo, no es ninguna novedad. En todo el mundo se consumen unas dos mil especies de insectos comestibles, entre los que se encuentran hormigas, abejas, escarabajos y orugas… Por ejemplo, en Colombia disfrutan de las llamadas hormigas culonas bien tostadas y en México adoran un tipo concreto de saltamontes, los chapulines, dentro de una tortilla de maíz o trigo. En Tailandia no será raro encontrar a un local consumiendo un mix de insectos bien fritos a modo de snack.


¿Entonces?, ¿por qué tenemos todavía esa reticencia? En el artículo de hoy, vamos a abordar los beneficios de los insectos como alimento, tanto desde el punto de vista nutricional como desde la sostenibilidad… ¡Además os daremos algunas recetas deliciosas para alternar con el consumo cárnico en exceso!

Beneficios nutricionales de consumir insectos


Para empezar, cabe recalcar los beneficios de comer insectos, nutricionalmente hablando. Cuentan con un alto contenido en proteínas, que son indispensables para mantener fuertes los huesos, músculos y piel. Entre el 50 y el 75% de su peso en seco es pura proteína.

Pero no sólo eso… los insectos son ricos en ácidos grasos insaturados, que ayudan a reducir los triglicéridos. Y en hierro, que aumenta la energía y fortalece el sistema inmunitario. Además, los insectos son ricos en fibra y nuestras enzimas digestivas, nos permiten digerir perfectamente la quitina, que es el polisacárido que conforma su exoesqueleto.

Los 9 aminoácidos esenciales que contienen distintos grupos de insectos, los convierten en una alternativa ideal para dietas bajas en carne. Sin olvidar los minerales, distintos grupos de vitaminas y otros nutrientes esenciales.

Es cierto que este cambio tan drástico de alimentación puede ser rechazada por muchos, pese a sus innumerables beneficios, sobre todo por cuestiones culturales, falta de familiaridad o preocupación en torno a la seguridad alimentaria.

Pero las investigaciones en torno a esto siguen su cauce y es posible que, en una década, pueda cambiar esta percepción cultural.


Beneficios medioambientales de comer insectos


¿Es posible que el consumo de un determinado grupo de animales pueda beneficiar al medioambiente? La respuesta es contundente: Sí.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la cría de estas especies genera unos gases de efecto invernadero mucho menores en comparación con las demás, gastando mucha menos agua que para la cría de ganado.

En concreto, si hablamos de los grillos, para producir la misma cantidad de proteína que el ganado, estos necesitan 12 veces menos pienso.

Además, teniendo en cuenta que, para dedicarse a la cría de insectos, basta con un espacio reducido y son de muy fácil transporte, esto brinda nuevas oportunidades económicas y de recursos a los habitantes en zonas urbanas o rurales.

La FAO apoya a los países con dichas iniciativas, a fin de criar, vender y consumir insectos de manera sostenible.

Pero la sostenibilidad no se queda sólo ahí. Y es que este recurso infravalorado, es una nueva manera de alimentación que puede abastecer a una población mundial que crece de manera desmedida. Es brindar otra forma de alimentarse sin derrochar recursos.

La FAO ha publicado un nuevo documento donde trata el tema de la inocuidad alimentaria, estableciendo así distintas prácticas higiénicas y de fabricación.


Recetas fáciles con insectos


Si tenemos en cuenta que un estudio de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), ha concluido que el 58% de los encuestados, cree que el consumo de insectos podría ser una práctica futura, vamos a daros 4 recetas sencillas para que os animéis a probar.

-Tacos de chapulines. Al inicio de este artículo, ya os hemos mencionado estos tacos. Esta receta, además de sencilla es muy económica; sólo necesitarás tus tortillas, los grillos, algún vegetal y un poco de aceite.

-Salsa verde de chinicuil. El chinicuil o gusano rojo de maguey tiene un sabor ahumado exquisito. Esta salsa fácil, rápida y muy baja en calorías, dotará de un nuevo sabor a la preparación de tus platos, ¡es una manera ideal de adentrarse en este mundo!

-Escorpiones rebozados. Cierto, el rebozado no es el método de cocción más saludable, pero esta receta proteica es ideal para comer a modo de snack viendo una película.

-Galletas de queso cheddar con harina de grillo. ¿A quién no le gustan unas buenas galletas? Pero normalmente, son altas en azúcares y escasas de proteínas. Esta receta salada es ideal para un post-entrenamiento, ¡además es súper fácil!


En conclusión, el consumo de insectos ya está normalizado en muchísimos países y tiene grandes papeletas para convertirse en uno de los alimentos del futuro. Altos en proteínas y beneficiosos para el medioambiente. ¿Te atreves a introducirlo en el catering de tu producción?