Qué es el Greenwashing: te ayudamos a evitar caer en esta práctica



Términos como “sostenibilidad”, “políticas ecológicas” o “cuidado medioambiental” han pasado a formar parte del vocabulario colectivo.

La conciencia social ha determinado que velar por la integridad del planeta es prioritario.

Sin embargo, ciertas compañías parecen haberse querido sumar a este fenómeno simplemente por intereses comerciales.


El conocido como Greenwashing es una respuesta coherente a la popularidad del cuidado ecológico. Una muestra de que vivimos en una era de “aparentar” más que de “hacer”.

Por eso, hoy queremos hablarte de todo lo que este concepto conlleva y cómo evitarlo.

— ¿Qué es el Greenwashing?


Las prácticas ecológicas resultan intrínsecamente positivas para el medio ambiente. Eso es indiscutible. No obstante, algunas empresas no las aplican por ética, sino por marketing.

Esto es precisamente el Greenwashing: una estrategia comercial que no tiene más objetivo que llamar la atención de la audiencia.

¿No sabes todavía de qué te hablamos? Observa estas prácticas que te planteamos y mira a tu alrededor. Seguro que no tardarás en encontrar ejemplos de Greenwashing.

1. Identidad verde. ¿Cuántas empresas tiñen su logo de verde cuando hablan de sostenibilidad? Esto supone ir al subconsciente de la audiencia, pretendiendo mostrarse como respetuosos con el medio ambiente simplemente haciendo un cambio en la imagen de marca. No, esto no es aplicar medidas ecológicas.

2. Políticas ecológicas obligadas por ley. La legislación actual obliga a asumir ciertas normativas medioambientales. Presumir de su cumplimiento es como enorgullecerse de, por ejemplo, no robar. ¡No te dejes sorprender por algo que es común a todo el tejido corporativo!


3. Mostrar lo bueno, ocultar lo malo. Aquí encontramos uno de los signos de mayor falsedad en el Greenwashing. Publicitar las prácticas ecológicas, mientras se ignoran todas aquellas que suponen un impacto medioambiental, resulta de todo menos ético. ¡Incluso algunas empresas mienten sobre los certificados de los que disponen!

Como puedes ver, el Greenwashing es una forma de engañar a la audiencia. Una estrategia para sacar rédito económico de la sostenibilidad.

— Ejemplos de Greenwashing


¿Necesitas ejemplos de Greenwashing para verlo más claro? Está bien: veamos algunos casos que han inundado los titulares durante los últimos años.

Refrescos… ¿sostenibles? Tal y como se hizo eco ElDiario.es, Coca-Cola no es ajena al Greenwashing. Con campañas como los vehículos más sostenibles, parecía que la transformación ecológica había llegado. Pero, ¿cómo eran estos camiones de transporte? ¡Oh, sorpresa! Justo como indica la normativa que deben ser. Un Greenwashing en toda regla.

Vuelos directos hacia el Greenwashing. KLM creó el eslogan de “Vuela con responsabilidad”. Todo muy ecológico, ¿no? Nada más lejos de la realidad. El grupo ambientalista Fossielvrij NL denunció esta publicidad por engañosa. Un avión contamina. Punto.


Ahora que ya hemos visto algunos ejemplos de esta práctica, pasemos a nuestros consejos para evitarla.

¡Te ayudamos a prevenir el Greenwashing en tu productora!

— ¿Cómo evitar el Greenwashing?


Ahora toca mirarse en el espejo y preguntarse: ¿estoy cometiendo Greenwashing?

Hemos visto que las grandes empresas lo hacen, así que tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza si la respuesta es afirmativa.

Sabemos bien que la meta de cualquier empresa es el beneficio económico; por lo que la clave está en el equilibrio entre ganancias y políticas ecológicas.


Nuestro objetivo es echarte una mano para reducir el impacto que puedas llegar a generar. Esto lo hacemos de dos formas diferentes:

Por un lado, creamos planes y estrategias sobre proyecto para minimizar las emisiones de CO2. Por el otro, medimos las emisiones generadas durante el trabajo y desarrollamos medidas de compensación a posteriori.

Es importante que pongas por delante el “hacer” al “aparentar”. Porque a pesar de que los intereses de la sostenibilidad sean económicos, el objetivo es siempre el de cuidar el planeta.

El Greenwashing no es una práctica positiva. Está lejos de serlo, de hecho. Pero todavía hay mucho por aprender y nos toca remar entre todos hacia la misma dirección.

En Creast estamos para ayudarte. A nuestro lado, lograrás ampliar tus políticas ecológicas desde puntos de vista que jamás habías pensado.