¿Qué es la pérdida de biodiversidad?



La pérdida de biodiversidad es la disminución de la variedad de formas de vida en La Tierra; tanto de especies individuales como de ecosistemas al completo.

Un millón de especies están en peligro de extinción. Hemos disminuido la productividad del 23% de las tierras del mundo, así como el 85% de los humedales del planeta y el 66% de los océanos presenta acumulación de impactos ambientales, entre otros indicadores que siguen cayendo uno sobre otro, muy rápido.


Las causas de dicha pérdida son múltiples y complejas. Hoy trataremos algunas de las principales, así como sus consecuencias.

Principales causas de la pérdida de biodiversidad


La pérdida de biodiversidad no es un hecho puntual y aislado, es el resultado de mucho “trabajo duro”, negativamente hablado, desde todas las industrias a nivel mundial y a un ritmo frenético. ¿Cuáles son sus causas?

-Contaminación. Especialmente, cuando el trío compuesto por aire, agua y suelo se ve contaminado, distintos hábitats naturales se ven perjudicados. Y esta sencilla, pero preocuparte regla de tres, reduce la capacidad de los ecosistemas para mantener la vida.

-Sobreexplotación. Todo en exceso es malo. Y cuando la pesca desmedida, la tala incontrolable y la caza sinsentido se unen, los recursos naturales se agotan y, por ende, la pérdida de biodiversidad está asegurada.

-El cambio climático. Casi cualquier problemática de las que os hemos mencionado en entradas anteriores (lluvia ácida, contaminación lumínica/acústica u océanos repletos de plástico, entre otros), tienen su origen en este fenómeno, pues las dinámicas y modos de supervivencia de distintas especies se ven amenazadas.

-El suelo. La deforestación masiva de bosques o praderas con el fin de una edificación urbana, provoca la extinción masiva de especies y, por ende, la pérdida de biodiversidad.

Según un estudio de la revista Science, en 2016 ya se habían perdido el 85% total de distintas especies de animales y plantas. Una cifra que pasa los límites “seguros”, según dichos expertos.


Pérdida de biodiversidad: una realidad


Un informe publicado en 2020 nos demuestra una realidad asoladora: y es que, en un marco global, ningún país ha cumplido con los objetivos propuestos con el fin de frenar la destrucción de la biodiversidad.

“La pérdida de biodiversidad es rápida y continua. Durante los últimos cincuenta años, los seres humanos hemos cambiado los ecosistemas más rápida y extensamente que en cualquier otro período comparable de la historia de la humanidad. Y las causas directas de la pérdida de biodiversidad no muestran señales de disminución “. Esta fue la declaración que hizo Ahmed Djoghlaf como secretario ejecutivo del Convenio sobre la Diversidad Biológica del Programa de las Naciones Unidas para el medioambiente (PNUMA) en el año 2012 y una década después, la situación no solo no se ha frenado, sino que ha empeorado.

Mientras las especies de plantas y animales están desapareciendo a un ritmo cada vez más rápido, nuestro modelo social, económico y de consumo no se ve modificado. Y esto sólo origina una cosa: consecuencias terribles.

Consecuencias de la pérdida de biodiversidad para la salud humana


Los expertos señalan que la vida en la tierra no se va a acabar, lo que sí puede acabar, es nuestra existencia como la conocemos hasta ahora. Se menguan las oportunidades y las posibilidades de desarrollo y bienestar humano. Y es posible que la vida permanezca sobre la superficie, pero no necesariamente se puede asegurar que sea la humana.

Las olas de calor de mayor intensidad, las lluvias más fuertes y otros fenómenos meteorológicos extremos exacerban los riesgos para la salud humana y los ecosistemas. La Plataforma Científico Política Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, presentó en 2019 la Evaluación Global sobre el Estado de la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos, un documento que busca unir acciones científicas y políticas que nos permitan aprovechar los últimos años que nos quedan para tratar de reversar esta realidad.



Y es que la desaparición de especies (desde las más diminutas bacterias hasta enormes mamíferos), eleva la aparición de enfermedades infecciosas y esto nos repercute de manera directa.

Además, el aumento de la temperatura media global, lejos de regular el clima y mantenerlo en un estándar seguro para los humanos, fomenta la aparición de desastres naturales.

En estos momentos, dicha temperatura se ha elevado 1,1ºC y los planes de recorte que tienen sobre la mesa todos los firmantes del Acuerdo de París nos llevaría a un aumento de unos 2,5ºC, en el mejor de los casos. Tras diversas sesiones de intensas discusiones, dicho reto se mantuvo intacto. Pero hace falta que se endurezcan las rutas.

Asimismo, la disminución en la diversidad de los cultivos pone en peligro nuestra seguridad alimentaria y dificulta la creación de medicamentos.

Por lo que sí, la pérdida de la biodiversidad está íntegramente relacionada con la vida humana.

El disfrute de los bienes de la naturaleza se da en un escenario de escasez y conflictos. La evidencia muestra que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se acordaron en el seno de las Naciones Unidas en 2015 para torcer esta tendencia a 2030, serán más difíciles de alcanzar. En un futuro de menos biodiversidad nos quedan más lejos el fin de la pobreza (ODS 1), el hambre cero (ODS 2), la salud y el bienestar (ODS 3), el agua limpia y el saneamiento (ODS 6), las ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11) y la paz, la justicia y las instituciones sólidas (ODS 16). Es decir, prácticamente la totalidad de la agenda ODS es dependiente, e interdependiente, del futuro de la biodiversidad.


Soluciones para frenar la pérdida de biodiversidad


Ahora que ya conocemos en qué consiste la pérdida de la biodiversidad y cuáles son sus causas, vamos a centrarnos en las soluciones. ¿Se puede frenar esta pérdida? Vamos a verlo.

-Controlar las especies invasoras. Detectar y controlar dichas especies exóticas y plantear de manera más estricta la aprobación de permisos para la realización de introducciones de las mismas, es fundamental para no poner en peligro las actuales.

-Conservación de especies. La propuesta de medidas que nos permitan conservar las especies actuales, que engloben los perjuicios por cambios en el suelo hasta la masificación turística en lugares exóticos, es clave para frenar dicha extinción.

-Reservas naturales. Cuidar y apoyar las reservas naturales y áreas protegidas mediante un plan dirigido a las zonas vulnerables, es uno de los primeros pasos.

-Restauración de los ecosistemas. Siempre os contamos las ventajas de compensar las emisiones irreductibles que una producción o evento genera. Y es que la plantación de árboles, por ejemplo, ayuda a restaurar los ecosistemas.



Además, la prohibición de la caza, la deforestación de los bosques y abogar por un correcto reciclaje, así como consumir de manera responsable es fundamental para, por lo menos, pausar esta pérdida.

En Egipto se acordó crear un fondo para que los países más pobres, que son aquellos que cuentan al mismo tiempo con mayor biodiversidad, puedan financiar acciones concretas para reversar estos indicadores. Quedó pendiente la forma en la que se creará este fondo y los niveles de aportes que harán los países con mayor peso en esta crisis.

Pero mientras eso ocurre, desde la industria, tenemos la posibilidad de tomar decisiones diarias y colectivas que empiecen a demostrar que sí podemos revertir esta pérdida.

La industria audiovisual está cada vez más concienciada con el medioambiente. Y es que la pérdida de biodiversidad, por desgracia, no tiene ni un ápice de ficción. Desde Creast, te animamos a caminar a nuestro lado para frenar la pérdida de biodiversidad.